No estamos preparados para que la vida nos lleve la contraria…y, mira tú
por donde, que lo hace constantemente.
Podría
resultar gracioso, a veces, pero en
ocasiones no lo es.Es como cuando planeas un viaje lejano y maravilloso y se
acaba convirtiendo en una sucesión de inesperados episodios que te hacen desear
con todas tus fuerzas volver a tu casa.
Quieres
ser mayor de edad y acabas dándote cuenta de que te has pasado treinta años de
la cuenta, crees que tu novio es fantástico y que estará a tu lado para siempre
y uno de los dos o quizás ambos se dan cuenta de que lo mejor es divorciarse.
El
sueño de tu vida es ser una cantante o actriz famosa y acabas convirtiéndote en
cualquier otra cosa…desde dependienta a cocinera o hasta guardia urbana..
Lo
dicho , la vida dando guerra, el espíritu de la contradicción.
La
gracia es que cuando pasan los años después de todos esos fracasos te das
cuenta de que no fueron tales, solo fueron soluciones a los problemas en los
que te habías metido al equivocarte:
Lo
de la edad es subjetivo, yo misma hago y disfruto muchas más cosas ahora que
cuando tenía veinte años.
Ese
novio, ahora , ex marido, que te podías haber ahorrado sirve para saber lo que no
quieres y te enseña a valorar lo que necesitas cuando lo encuentras.
El
sueño ese que te ronda por la cabeza desde tu más tierna infancia no puede
eliminarse nunca de la lista de las cosas pendientes que todos deberíamos
tener.( de hecho , nunca deberíamos dejar de ser ese niño o niña )
Esa
es la primera tarea en la que deberíamos centrarnos desde pequeños:
Haz una lista con
todas aquellas cosas que te gustaría hacer o tener en la Vida.
Y
a medida que vas haciendo, vas tachando.Al fin y al cabo , la Vida te enseña,
desde que naces todo va rodado , te
lleva de la mano siempre…el problema viene cuando te sueltas.
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